Pese a que lo más recomendable es limpiar la bicicleta de carretera cada tres o cuatro salidas, pocos son los ciclistas que cumplen con esta recomendación. Esta, y muchas otras, son consejos para preservar el estado de la bicicleta por más tiempo.
Algunas buenas prácticas para cuidar la bicicleta
Existen bicicletas de todos los precios, pero, en general, se trata de un producto bastante caro que merece la pena cuidar con mimo para aumentar su vida útil. A continuación, una serie de consejos para que dure más y en mejores condiciones.
Una parte muy importante, que muchas veces es obviada por los usuarios, consiste en desengrasar la cadena y los piñones con un desengrasante que no sea muy agresivo. En esta línea, se puede utilizar un pulverizador que penetre en todos los resquicios.
Otro consejo sencillo para la limpieza de la bicicleta es, simplemente, pasarle un trapo con agua caliente y jabón para quitar restos de grasa. El agua caliente es más efectiva a la hora de desincrustar la suciedad, pero siempre después de haberla desengrasado.
Otra práctica recomendable, aunque esta no está concebida para ser realizada de forma rutinaria, es la utilización de aire comprimido y abrillantador para secarla y que esta quede reluciente y como nueva.
En el peor de los casos, esto último se puede sustituir por un paseo para quitarle la mayor parte del agua, pero siempre teniendo en cuenta la importancia de que quede bien seca, para evitar problemas en los engranajes.
En definitiva, la mayoría de las recomendaciones son fáciles de llevar a cabo. Tener una bicicleta en perfecto estado es posible gracias a mantener una rutina de cuidados cada poco tiempo.
En conclusión, para aumentar la vida útil de la bicicleta habrá que procurar realizar estas buenas prácticas cada tres o cuatro salidas, logrando así que el ciclista pueda contar con ella durante muchos años más.
